En una iniciativa que ya lleva una semana, los retirados de la Policía de Misiones y del Servicio Penitenciario provincial, respaldados por efectivos en licencia, se encuentran protagonizando un contundente reclamo frente a la Casa de Gobierno. Iniciada el pasado 11 de enero con una movilización en la plaza 9 de julio, la protesta, ante la ausencia de respuestas, evolucionó hacia un acampe que persiste hasta la fecha.

Los manifestantes, que ahora también cuentan con la participación de efectivos activos en licencia, buscan abrir un espacio de diálogo para abordar las problemáticas salariales que afectan al sector. La protesta, que inicialmente tuvo lugar frente a la Casa de Gobierno, se trasladó esta semana a las puertas de la Jefatura de Policía de la provincia como medida de presión.

La mesa salarial, programada para el 5 de febrero, plantea la posibilidad de dilatar las discusiones por varios días, llevando la conclusión del acuerdo salarial hasta mediados de febrero. Con el optimismo de un cierre a finales de ese mes o principios de marzo, los manifestantes solicitan adelantar el proceso. Su objetivo es que la discusión sobre las mejoras salariales se lleve a cabo de inmediato, permitiendo que cualquier aumento sea efectivo a finales de enero o principios de febrero. La insistencia en acelerar los tiempos responde a la urgencia de aliviar la situación económica de los manifestantes, quienes buscan un impacto positivo en sus ingresos en el menor tiempo posible.