"Diseñar es amar": vocación y dedicación detrás de los vestidos de Alba Espíndola

Su historia comenzó entre moldes y costuras que su madre confeccionaba para que nunca le faltara “algo nuevo para ir a una fiesta”.

Así nació su impulso por crear ropa a medida, pensada desde cero para que cada mujer se sienta especial, cómoda y segura.

La pasión pronto se volvió emprendimiento. Se capacitó, aprendió técnicas, y sin más recursos que su esfuerzo y el aliento de sus seres queridos.

Cada vestido pasa por un proceso minucioso: desde el diseño inicial hasta la elección de géneros, pruebas, bordados, ajustes y detalles finales.

Desde chica, Alba Espíndola sintió que la ropa podía decir mucho más que lo que uno lleva puesto. Su historia comenzó entre moldes y costuras que su madre confeccionaba para que nunca le faltara “algo nuevo para ir a una fiesta”. Ese gesto cotidiano, lleno de dedicación y amor, sembró en ella una vocación que con los años se volvió su forma de vida.

"Desde que tengo uso de razón, diseñaba lo que quería usar", recuerda Alba. En su voz todavía suena la emoción de quien siempre supo cuál era su camino. Dibujar no le costaba. Soñaba con prendas únicas y luego veía cómo se transformaban en realidad. A medida que pasaba el tiempo, también crecía su deseo de ayudar a otras mujeres a verse y sentirse hermosas.

Fue esa sensibilidad la que le mostró que muchas veces, en los locales convencionales, no hay espacio para la originalidad o para los cuerpos reales. Así nació su impulso por crear ropa a medida, pensada desde cero para que cada mujer se sienta especial, cómoda y segura. “El cliente es prioridad y la diseñadora no tiene horario”, dice. Su frase resume el compromiso que guía su trabajo todos los días.

La pasión pronto se volvió emprendimiento. Se capacitó, aprendió técnicas, y sin más recursos que su esfuerzo y el aliento de sus seres queridos, logró posicionar su marca no solo en Posadas, sino también en distintos puntos del interior de Misiones y el nordeste argentino. “Mi familia fue mi primera clientela, mi publicidad ad honorem y mi hinchada incondicional”, afirma con gratitud. Por eso, el nombre de su única hija quedó estampado como firma en cada prenda: una marca que también es legado.

La fe y el trabajo en equipo sostienen el alma de su taller. Cada vestido pasa por un proceso minucioso: desde el diseño inicial hasta la elección de géneros, pruebas, bordados, ajustes y detalles finales. El objetivo siempre es el mismo: ver felicidad en el rostro de quien lo lleva. “Mi satisfacción es saber que están felices, que el vestido cumplió un sueño”, cuenta.

En 2020, en plena pandemia, decidió arriesgar una vez más. Se unió a Cecilia, dueña de la tienda "Adoré todas tus telas", con quien compartía espacio en Villa Cabello. Juntas crearon “Adoré Constanza”, una propuesta que combina diseño y telas en un solo lugar. La respuesta del público superó todo lo esperado. Y en julio de 2023, dieron un paso más: abrieron su primer local en pleno centro de Posadas, en la esquina de Ayacucho y Tucumán.

A días de cumplir un año desde aquella inauguración, Alba prepara su primer desfile de Alta Costura. Será el 12 de julio, una fecha cargada de emoción, que coronará años de esfuerzo, fe y creatividad. “Todo comenzó con un sueño y muchas ganas de ayudar. Hoy sigo diseñando porque amo lo que hago y creo que cada mujer merece brillar”, resume.

Así, con cada puntada, Alba cose historias, ilusiones y belleza. Y demuestra que, cuando hay pasión, familia y un sueño claro, todo diseño puede volverse realidad.

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