Las discusiones salariales vienen siendo una complicación para el gobernador Oscar Herrera Ahuad desde el inicio de su gestión, siendo la policía, los trabajadores de la educación y de la salud los sectores más combativos. Y aunque el 2022 cerró con varias protestas, este año la Renovación avanzó rápido con los acuerdos para meterse de lleno en la disputa electoral.

El primer acuerdo importante fue con el personal y los familiares de la Policía y del Servicio Penitenciario Provincial (SPP), que aceptaron una actualización salarial del 24 por ciento, sobre los sueldos de bolsillo, que se distribuirá entre febrero y abril de 2023. También se incrementará en la misma proporción y períodos a los retirados.

Se propuso además, pactar una nueva reunión el 19 de mayo de 2023, para acordar los aumentos de junio del corriente en adelante, dejando aclarado que si los aumentos acordados fueran superados por la inflación efectiva del trimestre enero a marzo 2023, más la inflación proyectada de abril, la reunión se adelantaría a la semana del 17 de abril para la revisión de la pauta del cuarto mes del año.

La Renovación también celebró el acuerdo con los trabajadores de la educación que no están enrolados en los gremios tradicionales y que en los últimos tres años adquirieron una gran representación llegando al insólito caso de lograr mejores paritarias que los sindicatos afines al gobierno.

Las partes arreglaron actualizaciones en diferentes puntos hasta abril, dándole tranquilidad a la Renovación de que no habrá mayores protestas durante la campaña. Sin embargo, los docentes ya advirtieron que no están del todo conformes con el acuerdo.

“Hay aumentos, una mejora. No es lo que pretendemos, pero se alcanzó. El gobierno nos hizo otra oferta bajísima y que dure seis meses”, dijo Leandro Sánchez de la Unión de Trabajadores de la Educación de Misiones, y agregó que “después de larguísimas discusiones se trajo más en el tiempo, va a ser por tres meses. El docente que recién se inicia va a cobrar 110.670 pesos”.

Desde el Gobierno están aliviados porque estas paritarias son tomadas como referencia por otros sectores a la hora de llevar adelante sus reclamos. Aunque la Renovación suele mostrarse inflexible con las ofertas, el poder de movilización de algunos gremios puede hacerles cambiar de opinión, sobre todo en un año electoral.

Lo es que la constante pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores empujó a los gremios a un estado de paritaria permanente por lo que es difícil saber si los acuerdos se mantendrán iguales dentro de un mes.

En materia política, esta semana venció el plazo de inscripción de frentes, alianzas o partidos políticos. El Tribunal Electoral informó que fueron cuatro frentes y cuatro partidos políticos los que solicitaron reconocimiento para participar de los comicios provinciales; y un partido político municipal que disputará solamente los cargos electivos en el municipio de Puerto Iguazú.

Además del oficialista Frente Renovador, se encuentra Juntos por el Cambio y otros espacios como el Partido Obrero; Por la Vida y los Valores; Partido Demócrata y Partido de Integración y Militancia.

La nota la dio el kirchnerismo que se partió y competirá con dos frentes en la Tierra Colorada. Por un lado, La Cámpora, el Partido Agrario y Social, el Partido de los Trabajadores y del Pueblo, Unidad Popular y Nuevo Encuentro integran el “Frente La Fuerza de Todos”. En tanto que los otros partidos molestos por la verticalidad del kirchnerismo duro, armaron el “Frente Amplio”, integrado por Tierra Techo y Trabajo y el partido Solidario, con el respaldo del Partido Comunista y el Movimiento Evita, entre otros.

Para sumar más a la dispersión, el Partido Justicialista nuevamente integrará el Frente Renovador. De esta manera, el kirchnerismo tendrá difícil la tarea de competir por ser la primera fuerza en Misiones como proyectaban en 2019.

El sueño de unidad se resquebrajó desde el comienzo de la nueva gestión cuando La Cámpora copó todos los cargos de organismos nacionales con oficinas en Misiones y se terminó de quebrar en 2021 cuando el kirchnerismo duro acordó “a dedo” las listas dejando a varios partidos afuera; los mismo que ahora formaron el Frente Amplio.