La prioridad de la administración libertaria está clara: reforma laboral, tributaria y previsional. Los dos primeros proyectos, junto al Presupuesto 2026, serán el núcleo de las Sesiones Extraordinarias que Milei pretende abrir con un Congreso reconfigurado y, según él, “el más reformista de la historia argentina”.

En la cumbre estuvieron los aliados más cercanos al oficialismo: Rogelio Frigerio (Entre Ríos), Jorge Macri (CABA), Silvana Schneider (vice del chaqueño Zdero) y la vicegobernadora mendocina Hebe Casado, en representación de Alfredo Cornejo. También asistieron los mandatarios de Provincias Unidas: Maximiliano Pullaro, Martín Llaryora, Ignacio Torres, Carlos Sadir, Claudio Vidal y Gustavo Valdés, entre otros. Los ausentes también dejaron su marca: Axel Kicillof, Gildo Insfrán, Ricardo Quintela y Gustavo Melella.

Del lado nacional, acompañaron a Milei su hermana Karina Milei, el jefe de Gabinete Guillermo Francos, y los ministros Luis Caputo, Federico Sturzenegger, Patricia Bullrich, Luis Petri, Sandra Pettovello, Mario Lugones y Mariano Cúneo Libarona. También se sumaron Martín Menem, Santiago Bausili, Pablo Quirno y Manuel Adorni, quien ofició de vocero tras más de dos horas de deliberación.

Adorni no se guardó nada: “Hoy se dio un paso importante en el camino que comenzó cuando los argentinos decidieron terminar con el populismo en 2023. Ahora ese proceso se consolidará con las reformas estructurales que el nuevo Congreso va a implementar”, afirmó. Según el portavoz, el objetivo es “potenciar el ahorro, aumentar la inversión y proteger la propiedad privada como pilares del crecimiento”.

El funcionario explicó que el Gobierno busca “crear condiciones para que los salarios crezcan con la productividad y terminar con la estafa de la redistribución de la nada misma”. Y aseguró que Argentina tiene “una oportunidad histórica de convertirse en un gigante en energía, minerales, tecnología y turismo”, siempre que se mantenga el equilibrio fiscal como “condición de sustentabilidad”.

Adorni también detalló los ejes de las reformas que se enviarán al Parlamento: “Reducir impuestos, formalizar el trabajo y modernizar las leyes laborales”. La reforma tributaria —dijo— eliminará “un sinfín de alícuotas” y devolverá recursos al sector privado. La laboral, en tanto, “integrará a los informales, terminará con la industria del juicio y vinculará el salario con la productividad”. Y la penal “hará que los delincuentes paguen en serio y garantice la propiedad privada”.

Cerrando la conferencia, el vocero presidencial subrayó el espíritu del encuentro: “El país está en un momento bisagra. El mandato de los argentinos es terminar con el pasado y volver a abrazar las ideas que nos hicieron grandes. El Presidente va a trabajar con todos los gobernadores, incluso con los que no piensan igual”.