Esto generó el fastidio de los usuarios porque se trata del tercer incremento en lo que va del año y aún restan dos subas más que ya fueron autorizadas para los meses de noviembre y diciembre.

Cristina Cuevas, referente de la Asociación “Los usuarios somos pueblos”, manifestó que los usuarios “están súper ofuscados, el aumento anterior, el 30 de agosto, y ahora el 14 de septiembre de vuelta. No es ni siquiera cada mes ni cada dos meses. Es una vergüenza, es un ataque, una bomba en el bolsillo de la gente”.

También se refirió a la indignación que hay por el límite en las cargas de la Sube. “Le dan 600 pesos de tope y resulta que ese “600, hoy le sirve para el día. Para aquellos que viajan cuatro veces al día, o que trabajan y tienen que salir sí o sí en el día, tiene que ser 600 pesos y, de pronto, gastaste los 600 pesos porque ese día hiciste cuatro viajes. Cuando tenés que cargar resulta que no hay Sube tampoco, no hay recarga”, declaró Cuevas.

La mayoría de los habitantes del área metropolitana tienen que viajar a Posadas por trabajo lo que obliga, en muchos casos, a pagar dos o más pasajes. Otra situación que genera malestar tiene que ver con las frecuencias de las unidades, principalmente hacia los barrios alejados del centro.

“Hay transportes muy obsoletos; las paredes se mueven, los pisos están todos rotos. Te ponen una que está en mejor condición y el resto viene como viene, y en los barrios más alejados ni que hablar, y más en la noche”, agregó Cuevas.

El sector empresario tampoco parece satisfecho con las subas. Juan Manuel Fouce, apoderado de la Cámara Misionera de Empresas de Transporte Automotor de Pasajeros (Caemtap), calificó el aumento como “insuficiente” y compartió sus argumentos.

“En agosto hubo una devaluación del 22 por ciento más la inflación mensual, claramente no coincide con los momentos económicos que estamos viviendo”, señaló.

Según Fouce “el incremento debería ser del 50 por ciento sobre el valor de tarifa” para ser más acorde con la realidad económica actual.

Por otra parte, Misiones recibió un duro fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación por el cobro de un impuesto de sellos a fideicomisos financieros constituidos en ciudad de Buenos Aires.

El fallo se conoció luego de una demanda presentada por la Asociación de Bancos Privados de Capital Argentino (ADEBA), Banco de Valores S.A., Banco Patagonia S.A. y el Banco Deutsche Bank S.A.

La Corte reafirmó que ninguna provincia puede legislar “sino sobre las personas o cosas sometidas a su jurisdicción”.

Los bancos iniciaron una acción contra la Provincia para acabar con el estado de incertidumbre en el que, dijeron, se encontraban frente a la pretensión fiscal de Misiones de gravar con el impuesto de sellos los contratos de constitución de los fideicomisos, celebrados en la ciudad de Buenos Aires.

Misiones sostuvo que la oferta pública de los certificados de participación y títulos de deuda a emitirse, pactada por las partes intervinientes en los contratos, produjo efectos en su territorio, en los términos definidos por su Código Fiscal, por lo que entendía que estaba habilitada a reclamar el pago del impuesto de sellos.

“La provincia de Misiones se ha excedido en sus atribuciones tributarias, ya que el derecho reservado de crear impuestos y establecer las formalidades y acciones necesarias para hacerlos efectivos, no faculta al legislador local a actuar más allá de su potestad jurisdiccional e invadir otras jurisdicciones”, sostuvo en su sentencia la CSJ.

En materia política, las últimas elecciones dejaron un dato preocupante en toda la dirigencia. Con el 33,7 por ciento, Misiones fue la cuarta provincia en el ranking de mayor porcentaje de ausentismo en las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias del 2023: 331.216 misioneros sobre un total de 983.093 registrados en el padrón no concurrieron a las urnas para decidir por las categorías de presidente y vice, senadores y diputados nacionales y parlamentarios del MERCOSUR

En las PASO de 2015 concurrió a votar el 76 por ciento del padrón de misioneros. En las PASO de 2019, cuando también se definía al presidente, el número disminuyó pero no tanto: fue 73 por ciento. Y en el pasado 13 de agosto el derrumbe fue de 10 puntos porcentuales: solo el 66 por ciento de los empadronados en la provincia.

Una clara muestra de que el clima de desinterés, apatía y rechazo a la política es muy alto en la Tierra Colorada.