En el caso de Misiones, los conductores de Paraguay y Brasil se acercan masivamente a las estaciones de servicio alentados por la diferencia de precios. En Posadas y Puerto Iguazú, la falta de combustible se acrecienta porque los ciudadanos de ambos países cruzan al lado argentino para cargar sus tanques a un precio más rentable.

“Los camiones de Brasil llegan a la Argentina con sus tanques vacíos y acá los llenan a un precio que es un 50 por ciento más barato que en su país. Es decir, se aprovechan de la devaluación de nuestro peso y del diferencial cambiario”, graficó Anibal Goichik, Director del Departamento Técnico de la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (FADEEAC).

Paseros paraguayos cruzan diariamente la frontera para cargar combustible y luego venderlo del otro lado del Paraná. A pesar del peligro que genera, la nafta y el gasoil se venden en la vía pública y a cualquiera hora. Paraguay cotiza su combustible en 8.800 guaraníes por litro, aproximadamente 260 pesos en moneda argentina. Mientras que en las avenidas y calles de Encarnación se observa bidones de gasolina al precio de 6500 guaraníes.

La situación podría agravarse en los próximos meses y complicaría a diferentes sectores. Empresarios del transporte de media distancia en Misiones advirtieron que podrían recortar frecuencias.

“Si esta situación continúa y se agrava, pensamos disminuir las frecuencias de colectivos. Tendemos a hacer los servicios más rentables. Esta problemática se vive desde hace mucho tiempo; primero se paró el transporte por la pandemia ocho meses, ya veíamos con una tarifa baja, con problemas de subsidio. La mayor cantidad de subsidios están concentrados en el AMBA, eso genera una disparidad”, señaló Juan Manuel Fouce, gerente de la Cámara Misionera de Empresarios del Transporte Automotor de Pasajeros.

La asimetría de precios también explica el contrabando de combustible a los países limítrofes. El combustible se transporta no solamente en bidones, sino también en tanques portátiles y barcazas pequeñas a través del río.

El malestar también llega a los consumidores misioneros que, además del faltante y las largas filas, tienen que pagar el combustible más caro del país.

El gobernador Oscar Herrera llevó el reclamo al presidente de YPF, Pablo González, a quien reclamó por la asimetría de precios y a la vez reclamó por el faltante en los surtidores, ante la altísima demanda. Pero el funcionario nacional no accedió a bajar los precios y sólo hubo un compromiso para que, ante futuros incrementos, en Misiones no suba más que los demás distritos.

El gobierno misionero tuvo un alivio en el otro conflicto que atravesaba. Los docentes que acamparon durante más de 15 días en el Consejo General de Educación del Centro Cívico, que también levantaron momentáneamente el paro de clases.

El ministro de Educación, Miguel Sedoff, tuvo que ceder ante los reclamos y convocó a una reunión con todos los sectores que no acompañaron el acuerdo paritario que el gobierno había logrado con el principal gremio del sector.

Los docentes levantaron todas las medidas de fuerza que llevaban en diferentes puntos de la provincia pero advirtieron que esperaran a los resultados de la reunión para determinar los próximos pasos; a la vez que se quejaron por los descuentos aplicados a algunos trabajadores de la educación que adhirieron al paro.