Posadas
Dramática situación

Falta del plástico SUBE en Posadas genera complicaciones y más gastos a los usuarios

Varias fueron las quejas que se registraron a la horas de conseguir nuevas tarjetas y de viajar.

La problemática por la falta de tarjetas SUBE en Posadas genera inconvenientes y más gastos para los usuarios. Las quejas se multiplicaron y hay preocupación ante el inminente comienzo de las clases.

Debido a la falta de insumos para generar una tarjeta, los usuarios se ven en la obligación de pagar en efectivo, que tiene un costo más alto o acceder a la aplicación de la billetera virtual Servicios Urbanos (SU) en sus celulares.

A una semana del comienzo de las clases, crece la preocupación, ya que los menores arrancan las clases, y muchos utilizan transporte urbano para llegar a las escuelas. Cabe recordar que la edad límite permitida por ley para viajar gratis es de 5 años de edad.

En este contexto, muchos padres no pudieron hacerle la tarjeta SUBE a los menores que comienzan a abonar el pasaje, como también aquellos que por algún motivo, perdieron el plástico.

Con respecto a la aplicación, desde hace algunos meses hay polémica con esta opción, ya que según mencionan, no es práctica y desfavorece a ciertos grupos sociales, como niños, ancianos y personas con discapacidad.

En el caso de las personas con discapacidad, varios usuarios señalan que no tomaron en cuenta en la aplicación la gratuidad del boleto para su acompañante. Anteriormente, con el CUD, esa persona podía ser indistinta si pagaba con la tarjeta, pero ahora, si debe abonar con la aplicación, el sistema no está preparado para que el acompañante siga siendo indistinto, sino que obliga a registrarse a una sola persona; mientras que en la realidad viajan ya sea con un miembro de su familia o con su acompañante terapéutico.

En este contexto, una usuaria habló en medios misioneros sobre los inconvenientes que tuvieron cuando su hijo con discapacidad, perdió la SUBE: “en nuestro caso, más allá de que ahora debe contar con un celular para bajar la app y demás, nos dijeron que su acompañante solo puede mantener la gratuidad siempre y cuando se baje también la aplicación, se registre y sea siempre la misma persona quien lo acompañe a todos lados”. Pero remarcó que “cuando lo haga otra debe pagar el boleto, siendo que es su derecho por ley que quien sea acompañante tampoco lo abone”.

“Nadie pensó en ellos al momento de cambiar la modalidad. Siempre pasa lo mismo: se olvidan de una parte de la sociedad. Lo mismo pasa con los ancianos, quienes no saben usar una app de celular para utilizar el servicio de transporte público”, cuestionó la usuaria.

La madre remarcó que la aplicación no es inclusiva “porque no todos tienen un celular o no saben cómo usarlo para pagar el boleto”.

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