En este contexto, Misiones (27,0 por ciento menos) y Formosa (23,9 por ciento menos) fueron las provincias que mostraron las caídas más fuertes, altamente influenciadas por la merma de la compra fronteriza, como ya se había observado durante los dos primeros meses del año. Las caídas más leves se observan en Ciudad de Buenos Aires (CABA) y Catamarca (1,5 por ciento y 4,6 por ciento menos respectivamente).

Las constantes subas en los precios desalentaron a los compradores de Paraguay y Brasil, que durante varios meses copaban los surtidores de las numerosas ciudades fronterizas de la Tierra Colorada.

Esos mismos aumentos, además de espantar a los clientes extranjeros, también repercutieron en una caída de las ventas de los consumidores locales. Cuando hace algunos meses las quejas eran por la falta de abastecimiento, ahora el problema es el sobrante de stock debido a que los automovilistas locales no pueden llenar el tanque.

Para colmo de males, la caída en venta de combustibles se produce en momentos en que se prepara un nuevo ajuste en los valores de entre el 7 y el 8 por ciento en mayo, por incremento de dos impuestos, el de las Transferencias de Combustibles y el del Carbono, y por la evolución alcista del dólar oficial, en el marco de la devaluación administrada conocida por su sigla en inglés crawling-peg.

El uso del transporte público tampoco parece ser una opción más conveniente. El boleto más económico en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) cuesta 270 pesos hasta un recorrido de 3 kilómetros y el más costoso vale 347,15 pesos hasta los 27 kilómetros. Representa tres veces menos de lo que paga un misionero que tiene el pasaje a 690 pesos con SUBE en Posadas y 900 pesos sin la tarjeta. En el interior el costo es similar.

Las asimetrías también se reflejan en otros servicios. En el caso de la tarifa eléctrica, un consumidor de Misiones paga el doble que uno de Buenos Aires en cualquiera de las tres categorías de ingresos en las que se segmentó la boleta.

En marzo de este año, una factura eléctrica sin impuestos ni descuentos por 300 Kwh/mes en la categoría N1 (ingresos altos), tuvo un costo de 37.895 pesos para un misionero abastecido por EMSA y 22.126 pesos para un porteño que tiene proveedor a EDENOR.

El principal motivo de esta diferencia que perjudica a los misioneros en particular y a los ciudadanos del interior en general, es la injusta distribución de los recursos federales, en el marco de fuerte ajuste implementado por el presidente Javier Milei desde que asumió en diciembre; la devaluación de la moneda instrumentada el 12 de ese mes y la liberación total de las tarifas a disposición del libre mercado.

El gobierno provincial viene negociando hace tiempo el desembolso de fondos nacionales. En ese sentido, la Casa Rosada de a poco va abriendo el grifo.

El ministro de Hacienda de Misiones, Adolfo Safrán, anunció que llegarían 20 mil millones de pesos de Nación para reactivar obras públicas. El desembolso sería para el segundo semestre del año, pero Safrán aclaró que el monto no será suficiente por lo que "habrá que definir qué obras priorizar".

“Estamos terminando de definir. Hemos estado reunidos con el gobernador esta semana y la idea es hacerle una devolución la semana que viene para que él defina qué obra priorizar. Hay obras que están muy avanzadas y que, por cuestiones de seguridad vial o porque son obras de agua importante para algunas localidades, se quieren priorizar”, dijo Safrán.

El Frente Renovador sigue tendiendo puentes con Milei al punto de que el libertario podría desistir de presentar candidatos propios el año próximo en Misiones. A cambio, los diputados y senadores de la Renovación votarán positivamente tanto la Ley Bases como el paquete fiscal.