El motivo principal de la suspensión fue la alineación de los diputados con las leyes de movilidad jubilatoria y financiamiento universitario promovidas por La Libertad Avanza, lo que contradijo la postura mayoritaria del bloque radical. Además, una selfie tomada durante un encuentro con miembros de La Libertad Avanza fue considerada como un acto que "ridiculizó" al partido.

Desde Misiones, Martín Arjol cuestionó la resolución y acusó al presidente del Comité Nacional, Martín Lousteau, de centralizar las decisiones del radicalismo en el área metropolitana, ignorando las realidades provinciales. Arjol destacó que cada distrito tiene sus propias particularidades institucionales y enfatizó que la postura adoptada por los legisladores buscaba mantener la independencia del partido frente a otras fuerzas políticas.

El Comité Provincial de la UCR Misiones, liderado por Rodrigo de Arrechea, también expresó que el partido debe mantenerse fiel a sus principios de tolerancia, pluralidad democrática y respeto por las diferencias. Recordaron experiencias pasadas en las que decisiones similares debilitaron al radicalismo en la provincia, dejándolo sin representación significativa durante dos décadas.

En tanto, Barrios Arrechea advirtió sobre las posibles consecuencias de perseverar en sanciones internas sin una estrategia unificada. Señaló que el partido enfrenta desafíos mayores que requieren consenso y acción coordinada para recuperar poder y representación electoral. También planteó que insistir en estas medidas podría llevar al radicalismo a una "catástrofe electoral" en 2025.

La decisión final sobre la expulsión de los legisladores quedará en manos de la Convención Nacional, que deberá evaluar si ratifica la resolución del Tribunal de Ética o revierte la medida. Mientras tanto, el debate interno pone de manifiesto las tensiones entre las distintas vertientes del partido.