La primera intervención por parte de los uniformados de Victoria fue cuando tomaron conocimiento de la sustracción del banco, inmediatamente iniciaron las averiguaciones y gracias al aporte de un vecino llegaron a la vivienda de una mujer de 39 años, quien habría adquirido a bajo costo el elemento, y quien inmediatamente, al enterarse de la procedencia, lo devolvió a la policía.

Por otra parte, personal encubierto realizaba sus trabajos de investigaciones por los diferentes hechos contra la propiedad, donde pudieron determinar que un teclado que había sido sustraído a una iglesia fue comercializado en el barrio Antiguo Centro, de esta manera llegaron a la zona y se entrevistaron con un hombre de 34 años quien lo había adquirido también a bajo costo.

Para finalizar, los elementos fueron trasladados a sede policial, además ya fueron reconocidos por sus propietarios, mientras que se busca dar con los autores del hecho, y se busca establecer la responsabilidad de los compradores.