Aunque el partido que gobierna la Provincia viene promoviendo políticas progresistas y sumando referentes feministas en el gabinete, en el fondo no quiere “espantar” al gran electorado que lo apoya hace décadas y que no comulga con esas ideas. Por eso los legisladores misioneros votaron mayormente en contra del proyecto de interrupción voluntaria del embarazo.

El tercer puesto entre los candidatos a presidente logrado en Misiones por Juan José Gómez Centurión en 2019 reafirmó la existencia de un enorme electorado de “pañuelo celeste”.

Aunque NOS, el partido que respalda al ex combatiente de Malvinas, no consiguió los avales necesarios para competir este año en las legislativas, el espacio formó una alianza con el Partido Demócrata y de alguna manera logró ingresar para ser opción en las elecciones del 6 de junio.

Desde la Renovación son conscientes de la importancia del voto evangélico en Misiones, por eso acomodaron en sus listas a referentes del sector. En Posadas, el principal distrito electoral misionero, el intendente Leonardo “Lalo” Stelatto ungió a Horacio Martínez, del Consejo Provincial de Pastores Evangélicos, como cabeza de lista de uno de los sublemas que competirá en la ciudad.

El alcalde de la capital Misionera, rovirista puro, llegó al poder hace dos años con un fuerte respaldo de la comunidad evangélica justo cuando los sectores progresistas del Frente Renovador reclamaban más lugar para la militancia de “pañuelo verde”.

Incluso el Partido Agrario y Social, el principal socio del kirchnerismo puro en Misiones, ha estrechado vínculos con el clero y el diputado nacional del espacio Héctor “Cacho” Bárbaro, se abstuvo de votar en la crucial jornada en la que el aborto legal obtuvo media sanción, una bandera que los K tomaron como propia.

Con excepción de los partidos de izquierda, todos los espacios con aspiraciones están pendientes de un electorado religioso que crece y demanda una mayor participación en las instituciones, aunque no se trate de una cuestión de fe sino de rosca.