El trágico accidente de este fin de semana, que dejó nueve muertos en un solo choque, volvió a encender las alarmas sobre una realidad que los números venían anticipando: Misiones encabeza el ránking nacional de mortalidad vial con cifras alarmantes que exigen respuestas urgentes.
Según datos de la Agencia Nacional de Seguridad Vial, la provincia registra 15,5 fallecidos cada 100 mil habitantes por siniestros viales, superando ampliamente la media nacional.
🚨 EL AUTOMOVILISTA QUE CHOCÓ AL MICRO Y LO HIZO CAER AL ARROYO, DIO ALCOHOLEMIA POSITIVO
— Vía Szeta (@mauroszeta) October 27, 2025
- El conductor también murió en el choque.
- En total los muertos son 9.
- Analizan un audio en el que hablaba de una pelea con la novia y se jactaba de manejar a 190 kilómetros por hora. pic.twitter.com/yAGIMytbmA
El salto es dramático: en solo un año, la tasa pasó de 13,3 a 15,5 muertes, evidenciando un agravamiento acelerado del problema.
Jóvenes motociclistas, las principales víctimas
El perfil de las víctimas también es preocupante: la mayoría son jóvenes motociclistas, especialmente en zonas urbanas y periurbanas.
En el primer semestre de 2025 ya se contabilizaron 100 víctimas fatales, un 43 por ciento más que en el mismo período de 2024.
Detrás de cada estadística hay familias destrozadas y proyectos interrumpidos. Pero lo más doloroso es que casi todas esas muertes podrían haberse evitado con políticas adecuadas de prevención y educación vial.
La ausencia de una política integral
Pese a ser uno de los principales problemas de salud pública provincial, la siniestralidad vial no ocupa un lugar prioritario en la agenda oficial.
Las medidas existentes son aisladas, reactivas y espasmódicas, impulsadas generalmente por la conmoción que deja cada tragedia.
El estremecedor audio del conductor que decía "voy a 180, 190 km/h" antes del choque fatal no es solo reflejo de una imprudencia individual, sino el síntoma de una carencia estructural: la falta de educación vial como política sostenida.
Ejemplos que inspiran
Según la consultora Agencia Atenas, Helsinki, Finlandia, celebró recientemente un año entero sin muertes por accidentes de tráfico.
Lo logró con planificación basada en datos: rediseño de cruces peligrosos, ajuste de límites de velocidad, priorización de peatones y ciclistas, y monitoreo en tiempo real de puntos críticos.
Nada de esto requiere tecnologías inalcanzables ni presupuestos millonarios: requiere decisión política, información confiable y continuidad.
Esa mirada estratégica es precisamente lo que falta en Misiones.
La seguridad vial no puede seguir siendo una tragedia anunciada.
Es hora de transformarla en un compromiso de Estado que involucre a toda la sociedad.
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