"Mi nombre es Nazarena Fleitas, tengo 34 años y nací en Posadas. Soy la coordinadora responsable del área de diversidad del observatorio de violencia familiar y género de la provincia de Misiones, además de coordinar la ATTTA a nivel provincial", comenzó diciendo Nazarena, presentándose con la claridad y convicción que caracterizan a alguien que ha pasado por una vida marcada por la adversidad y la resiliencia.

Su historia personal es un reflejo de la dura realidad que enfrentan las personas trans en Argentina, particularmente en las provincias más alejadas de los grandes centros urbanos. "Mi infancia fue muy fea", admite sin rodeos. Nazarena creció en una familia humilde y fue víctima de la discriminación desde temprana edad. "Si ahora es difícil ser una persona trans, imagínate lo que fue en los 90. Sufrí mucha discriminación y burlas", recuerda.

Fue en el año 2016 cuando la situación de Mayra Bogado, una compañera injustamente encarcelada, despertó en Nazarena la necesidad de actuar, fue así como, sin experiencia previa, organizó una marcha en reclamo de justicia, conectándose por primera vez con ATTTA y dando inicio a su militancia por los derechos de la comunidad trans en Misiones.

Desde entonces, Nazarena ha estado al frente de diversas luchas. A pesar de las amenazas y la falta de apoyo por parte de muchas organizaciones sociales, su convicción fue inquebrantable. En 2019, Misiones fue testigo de la primera marcha masiva de personas trans en la provincia, un hito que marcaría el inicio de un fuerte proceso de visibilización de la comunidad.

Una de las experiencias más importantes en su recorrido fue el Banderazo por la Memoria Trans en 2021, una iniciativa que llevó una bandera de más de 25 metros por todo el país, con los nombres de las compañeras trans fallecidas. "El Gobierno Provincial se involucró, y recorrimos el interior de Misiones donde las voces de las compañeras se escucharon por primera vez", cuenta emocionada. Este trabajo culminó con el izamiento de la bandera trans en el mástil de la ciudad de Posadas, un hecho que Nazarena describe como "un antes y un después" para la visibilización de la comunidad trans en la provincia.

La lucha por el cupo laboral trans y el panorama actual

Uno de los mayores logros de la comunidad trans fue la implementación del cupo laboral trans en la Municipalidad de Posadas. Sin embargo, este avance no estuvo exento de desafíos para Nazarena. "Hubo compañeras que usaron mi trabajo para beneficio propio", lamenta, recordando con tristeza cómo su esfuerzo por lograr una verdadera inclusión fue aprovechado por algunas personas. A pesar de estos obstáculos, se mantuvo firme en sus convicciones.

Este compromiso por la equidad laboral sigue siendo uno de sus principales objetivos. "Si queremos cambiar nuestra realidad, necesitamos trabajo", sentencia, con la claridad de quien conoce de cerca las dificultades de acceder a un empleo formal siendo una persona trans. Gracias a su trabajo, diez personas trans, entre hombres y mujeres, fueron incorporadas al ámbito laboral en la Municipalidad de Posadas, un logro histórico para la provincia.

Sin embargo, a pesar de los avances locales, Nazarena reconoce que la situación a nivel nacional es preocupante, especialmente tras la llegada de Javier Milei al poder. "Se vio un incremento importante en la discriminación y en los mensajes de odio, incluso por parte de los funcionarios", denuncia. La eliminación de áreas clave como el Ministerio de la Mujer y el INADI, y el cierre de políticas públicas que salvaguardaban a las personas de la Diversidad, son para ella señales de un retroceso peligroso.

Pese a este contexto nacional, Nazarena destaca el compromiso del gobierno de Misiones en mantener las políticas públicas para la población trans, lo que ha permitido que más compañeras accedan a un trabajo y derechos básicos como la salud y la educación. "Mientras a nivel nacional están despidiendo gente, acá se sigue trabajando", afirma con orgullo.

Mirando al futuro: sueños y objetivos

A lo largo de la entrevista, Nazarena deja claro que su lucha no termina con los logros obtenidos hasta ahora. Su mirada está puesta en un futuro donde las personas trans tendrán un acceso equitativo a oportunidades en todos los ámbitos. "Me encantaría que Misiones sea una provincia de vanguardia, pero en todo sentido. Que las oportunidades sean igualitarias, sin importar la identidad de género", expresa.

Entre sus sueños está el que ninguna persona trans se vea obligada a recurrir al trabajo sexual por falta de opciones, y que las políticas públicas lleguen a cada rincón de la provincia, especialmente al interior, donde la discriminación sigue siendo una barrera. Además, Nazarena aboga por la presencia de personas trans en todos los sectores de la sociedad, no solo en las áreas de diversidad. "Necesitamos personas trans en la política, en los ministerios, en el sector público y privado", insiste.

La historia de Nazarena Fleitas es, en muchos sentidos, la historia de la comunidad trans en Misiones. Su lucha por la visibilidad, los derechos y la inclusión laboral es un reflejo del esfuerzo colectivo por un futuro más justo y equitativo. A pesar de los obstáculos, Nazarena sigue firme en su convicción de que la clave para una verdadera inclusión es el acceso al trabajo, y que solo así la comunidad trans podrá dejar atrás las historias de discriminación y marginación que han marcado sus vidas.

"Seguiré trabajando por mis compañeras, por nuestra provincia, para que nuestras vidas también importen", concluye con la misma fuerza que ha caracterizado su trayectoria. Nazarena Fleitas no solo ha hecho historia en Misiones, sino que sigue construyendo un camino para las futuras generaciones de personas trans en la provincia y en todo el país.