Oberá se encuentra en crisis habitacional: tres barrios de viviendas enfrentan una paralización prolongada, exacerbando la incertidumbre de cientos de familias. Los alquileres elevados, ligados al imparable ritmo inflacionario, han dejado a numerosos hogares sumidos en una constante angustia.
Bajo ese panorama, la Defensoría ha solicitado a la intendencia de Oberá, a través de la Dirección de Tierras y Hábitat, que gestione con el Iprodha la continuidad y finalización de los proyectos habitacionales. Del mismo modo, se ha requerido al Iprodha que garantice el avance adecuado de las obras, atendiendo a la urgente necesidad de viviendas.
Cabe mencionar que dos de los barrios paralizados, ubicados cerca del barrio 100 Hectáreas y en la intersección de las avenidas Picada Vieja y Yerbal Viejo, se encuentran incompletos, con obras complementarias pendientes como el perfilado de calles y la conexión a la red cloacal troncal. Intentos de usurpación han dejado casas parcialmente destruidas, afectando a aquellos cuya construcción está en un 90 por ciento de avance.
Desde la defensoría del Pueblo de Oberá , se ha instado al Ejecutivo municipal y al Iprodha a reanudar las obras, señalando que el ritmo actual de construcción no corresponde al crónico déficit habitacional que padecen las familias obereñas, solicitando prioridad en aquellos barrios con mayor progreso en la edificación.
El defensor del Pueblo, Carlos Bernhardt, ha inspeccionado las obras detenidas y los pedidos realizados responden al clamor de los adjudicatarios obereños, cuya espera se hace cada vez más angustiante.
