Desde 2019, los padres han venido denunciando la situación, logrando la aprobación del nuevo edificio como solución al problema.

Sin embargo, la construcción, iniciada en 2020, permanece estancada. A pesar de los constantes reclamos y notas enviadas, las autoridades responsables han hecho caso omiso.

El edificio actual, construido hace más de 12 años con madera, muestra signos de deterioro, agravado por la invasión de murciélagos.

Estos animales se han refugiado entre las chapas y el machimbre del techo, convirtiendo el espacio en un entorno insalubre.

La materia fecal de los murciélagos ha causado inconvenientes, emitiendo partículas que contaminan el aire con un olor insoportable.

Los padres de los alumnos que asisten a la escuela indican que están preocupados por la salud de sus hijos como de los docentes, además expresaron su temor de que durante las vacaciones la situación empeore, llevando a la suspensión de clases el próximo año.

Ante la falta de respuestas concretas, los padres han decidido mantener la toma de la escuela hasta obtener soluciones.

A pesar de los intentos previos por controlar la invasión de murciélagos, los resultados han sido infructuosos.