Los aberrantes hechos habrían sucedido en el final del recorrido de la unidad que manejaba, en cercanías a la avenida Roque Pérez, luego de cerrar las puertas del vehículo para que la víctima no pudiera escapar.

Según las primeras versiones que circulan, la jovencita de 21 años habría abordado el colectivo urbano después de haber salido de un conocido local bailable de la calle Buenos Aires.

Según fuentes cercanas al caso, la muchacha relató en la denuncia que subió al colectivo y que utilizó uno de los primeros asientos del coche para viajar, a centímetros del conductor.

Modalidad que se repite en muchas mujeres, por miedo a ser asaltadas o atacadas en esos horarios de muy poca circulación, confiando que el chofer pudiera auxiliar en todo caso.

Sin embargo, en este caso y según la denuncia presentada ante la comisaría de la Mujer de la Unidad Regional, el atacante habría sido el colectivero quien luego de recorrer unas cuadras, detuvo la marcha del transporte al llegar a la avenida Roque Pérez. Y que sin previo aviso cerró las puertas del coche y se abalanzó sobre la pasajera para consumar el ataque sexual.

Luego de ello, la denunciante sostuvo que el trabajador del volante le dio dinero para que se tomara un remís y la dejó salir de la unidad. Inmediatamente la muchacha corrió desesperada por calle Rivadavia hasta llegar a inmediaciones de la plaza 9 de Julio en donde fue asistida y contenida por un efectivo policial que custodiaba ese momento la zona y una vecina que ocasionalmente pasaba por allí.

Ambas personas la acompañaron hasta el edificio de la comisaría de la Mujer, ubicado a metros del lugar sobre calle Félix de Azara, para radicar la correspondiente denuncia. Allí la joven dio detalles del atacante, y donde también recibió asistencia psicológica y médica.

Desde la comisaría de la Mujer se informó inmediatamente al Juzgado de Instrucción Tres en turno, a cargo del magistrado Fernando Verón quien ordenó que se activen los protocolos de ubicación y detención del supuesto responsable del ataque.

En relación a los pocos datos que pudo aportar la víctima en relación a las características físicas del acusado, y que se debieron más que nada al fuerte estado de shock que tenía la muchacha a causa de la traumática situación, se pudo recolectar que el trabajador del volante sería una persona delgada y de tez morena.

Mediante los aportes de horas más tarde de las imágenes de una cámara de vigilancia de la Policía de Misiones que registró el momento en que la chica subió, frente al citado boliche, se ubicó al interno 252 de la línea 05 perteneciente a la empresa Tipoka.

A partir de ese dato clave, desde la Justicia se le solicitó a la empresa la colaboración con los libros en donde constan los recorridos y los conductores abocados a cada línea. Y tras la entrega de estos datos, más otras averiguaciones realizadas por la Policía de Misiones, se logró identificar al supuesto abusador.

A partir de allí, una comisión policial aguardó el arribo de la citada unidad a la Terminal de Transferencia de Quaranta en donde luego de sacar de circulación a la misma se dispuso el arresto de su conductor.

César Augusto A. de 41 años, fue trasladado a la comisaría de la Mujer UR-I, donde pasó por la revisión médica y luego se le secuestró el teléfono celular para pericias. Según fuentes ligadas al caso indicaron que el aparato tenía la pantalla rota, lo que podría hacer suponer a los pesquisas que dichos daños se habrían producido en medio de un intenso forcejeo con la víctima.

Por otro lado, se espera que el próximo lunes el chofer sea llevado al juzgado para la correspondiente audiencia indagatoria. El ómnibus en cuestión fue sacado de circulación y se solicitó que se realicen las tareas científicas correspondientes.