En ambos casos, es posible observar el avanzado grado de deterioro de las aulas de madera que no resultan seguras y ponen en riesgo la integridad física de alumnos y docentes.

Con respecto a la escuela del paraje Juanita, son 113 alumnos que asisten y fue construido por la comunidad hace mínimamente 30 años con madera. "No hay más condiciones para que los chicos estén en la escuela, es un peligro, las maderas se están cayendo, están podridas. No queremos que se caiga un tirante sobre nuestros hijos, por eso tomamos la escuela. No habrá clases mientras las autoridades y funcionarios no se hagan presentes con respuestas" indicó el grupo de unos 35 padres.

"Si no tenemos respuestas, la semana que viene vamos a desmanchar la escuela, algo de la chapa se podrá reutilizar, lo demás no sirve, la idea es de a poco construir con nuestros recursos como podamos, somos todos colonos, pero conseguiremos combustible para cortar madera y rearmar la escuela" añadieron.

En el mismo sentido coincidieron en conseguir otro espacio para que los alumnos puedan tener clases mientras se construya el nuevo edificio, por el cual han presentado notas ante varios funcionarios y autoridades.

En Mondori, en tanto, en la escuela 399, los padres piden que después de tres años se finalice un sector de la escuela, que actualmente es de madera. Son dos aulas que se caen a pedazos, según señalaron.

La nueva obra que comenzó antes de la pandemia, está paralizada hace más de tres meses.