Todo comenzó con la caída de 5 postes de 33 kilovatios, producto de una tormenta que afectó a la zona y dejó sin luz a los vecinos por varias horas, situación que se convirtió en una problemática habitual en la localidad y alrededores.

En este contexto, un grupo numeroso de vecinos decidieron dirigirse a la oficina de la empresa, ubicada por la calle San Martín y Mbororé. En principio expresaron su descontento quemando gomas de autos frente al edificio, pero más tarde decidieron ingresar al predio y fue ahí donde provocaron graves daños materiales en el lugar.

Fuentes policiales indicaron que durante la manifestación, arrojaron piedras en el edificio y provocaron roturas de vidrios y ventanas, daños en un monitor de computadora y en un dispositivo de toma huella.

El intendente de la localidad, Matias Vilchez, habló con medios misioneros y cuestionó el accionar de los vecinos. “La forma violenta en que lo hicieron yo no estoy de acuerdo, de nada sirve romper las instalaciones”, señaló.

Con respecto a la interrupción del servicio, comentó que “el corte fue de 3.30 horas hasta la 1 de la madrugada, pero los cortes anteriores fueron de más de 12 horas. Los chicos de Emsa trabajan incansablemente, la única forma de solucionar es trabajando todos juntos” indicó Vilchez.

A su vez, el intendente recordó que “se instalaron postes y transformadores en la ciudad y se mejoraron las condiciones de la red eléctrica”.

“Hay una línea que va de Leandro N. Alem a San Javier y conecta con Oberá, es cierto que algunas veces cuando llueve se caen algunos postes y ocasiona un problema”, reconoció, pero aseguró que se está “trabajando en la ciudad para que se encuentre en las mejores condiciones”.

No obstante, el intendente no pudo negar el descontento de la comunidad: “como funcionario trato de resolver el problema y como vecino la sufro, estamos hartos, cada vez que pasa esta situación todos sufrimos, es un desastre”.

En ese sentido, la mayoría de los manifestantes eran comerciantes, quienes señalan que no es necesario una gran tormenta para que el servicio se interrumpa. Reclaman que los cortes son constantes y que hay demora para restablecer el servicio.

También se refirieron a los bajones de tensión, “durante el día tenemos 160, no llega a 220 de tensión”, dijo uno de los manifestantes, asegurando que esta situación provoca la pérdida de equipos eléctricos necesarios para trabajar.