Se recalienta la interna radical a semanas de las elecciones
El centenario partido está sumergido en un recambio generacional. El diputado nacional Luis Pastori no competirá por un nuevo mandato y como primera opción fue elegido Martín Arjol, una ascendente figura dentro del partido que ya va por su segundo mandato como concejal de la ciudad de Posadas.
Aunque Pastori le dio la bendición a Arjol, que luego fue refrendada en la convención partidaria que se realizó el pasado 11 de abril en la localidad misionera de Campo Grande, después de ese conclave radical, varios correligionarios quedaron heridos en la interna pero a diferencia de otros años donde el respeto a la democracia interna era norma dentro de la UCR, en esta ocasión la disputa podría explotar en plena campaña.
El diputado provincial Gustavo González se cortó solo y anunció su precandidatura para la cámara baja, desoyendo y dejando de lado el mandato partidario que ya había resuelto competir con lista única. Por su parte, González argumentó que la ley electoral le da el visto bueno para presentarse. “Nadie puede impedirnos participar porque ello sería ilegal y violaría los principios democráticos que representa el Radicalismo”, atacó el precandidato en un comunicado.
La interna no hace más que echar leña al fuego en un delicado momento que atraviesa el centenario partido. Al menos así lo manifiesta el padrón electoral de la UCR Misiones, el mismo da cuenta de una pérdida de más de 10 mil afiliados en los últimos 3 años, cuando llegó a tener 58 mil.
El radicalismo viene transitando también un proceso de discusión ideológica debido a que desde la creación de Cambiemos en 2015, las bases vienen reclamando por el protagonismo que la UCR cedió al macrismo en la alianza. El descontento se acrecentó aún más cuando el partido aceptó que el PRO incluyera al sello Activar del peronista Ramón Puerta, histórico némesis radical, en la coalición renombrada Juntos por el Cambio.
Hasta 2018 eran varios los dirigentes que públicamente marcaban al ex gobernador como el límite para mantener la alianza. La caída a pique de Mauricio Macri obligó a que el partido dejara de lado la ideología y abrazara el pragmatismo. La apuesta no funcionó en las urnas y tampoco entre los militantes, que emprendieron la huida.
La diáspora radical es seguida con atención por el PRO y el puertismo, que si bien se verían fortalecidos en la interna, también son conscientes de que la UCR es la principal fuerza con un aparato político y electoral fuerte dentro del alicaído frente.
De momento, el radicalismo misionero apuesta a una buena performance en la elecciones legislativas en la provincia del próximo 6 de junio, donde encabeza la lista de JxC, el interbloque pone en juego 7 escaños. El PRO renueva 3 bancas mientras que la UCR 4, por eso tendrán que cargarse la campaña al hombro.
Un buen resultado ratificaría la estrategia partidaria de apostar nuevamente por una cara joven como Ariel Pianesi, quién va por reelección. En caso de darse un mal resultado en las urnas fortalecería a González y los descontentos que exigen abrir más las internas de cara a las Primarias Abiertas Simultaneas y Obligatorias (PASO).
La campaña avanza pero la casa radical, de momento, la casa no está en orden.
