Se trata de 15 mujeres junto a niños y niñas que asisten a un taller realizado en la municipalidad, aprendieron a reciclar y confeccionar los adornos. Además es un espacio para que puedan reunirse e interactuar entre ellas.

Este es uno de los varios cursos que brinda la Municipalidad, con el fin de sumar conocimientos que les sea de utilidad, logrando algunas, montar su pequeño emprendimiento y así ayudar en la economía familiar.

“Para cada una es un espacio de contención en el cual cada participante se siente útil y capaz, se animan a poner en práctica ideas que se les surjan y no tienen miedo a equivocarse" indicó, Carla González, una de las coordinadoras de los talleres.

De esta manera, fueron seleccionando entre todas las ideas puestas en común para decorar el pueblo para las fiestas de fin de año. La iniciativa requirió un redoble de esfuerzo ya que cada una tiene trabajo, familia y hogar a la que atender.

"Estas últimas semanas pusieron todo y un poco más de cada una para que esto se haga posible y lograr rescatar de cierta forma el espíritu navideño. Hoy pasar por el centro y ver los adornos hechos por nosotras mismas, llena de orgullo a cada integrante, el resultado hace referencia a que todo es posible si nos proponemos" destacó Carla.

Gran parte de los materiales fueron brindados por la municipalidad, mientras que se utilizó parte de otros adornos para confeccionar otros nuevos, esto responde a un trabajo de reciclado de madera que fue utilizado para crear los pinos distribuidos en los tres puntos del acceso al municipio y fue donada por el aserradero San Miguel, además varios elementos que algunas de las mujeres trajeron desde las casas.

Los adornos y el árbol de navidad fueron colocados en la zona urbana, dándole un tinte especial y pintoresco al pueblo, que día tras día, avanza a tornarse una ciudad, pregonando la paz y la unión para estas fechas tan especiales.