La distribuidora, ubicada en la intersección de las avenidas Quaranta y Alicia Moreau de Justo, se ha convertido en el punto de concentración de los empleados que esperan una solución. La problemática se intensificó el viernes pasado, cuando los distribuidores dejaron de recibir autorización para cargar las garrafas.

Desde entonces, los camiones de reparto permanecen detenidos y los trabajadores se encuentran sin actividad. Solo disponen de un stock limitado de entre 40 y 50 garrafas, cuyo agotamiento dejaría completamente paralizada la operación.

El conflicto surge a raíz del incremento en los costos de abastecimiento, lo que ha afectado la rentabilidad de la empresa. Según trascendió, el precio de las garrafas de YPF Gas se ha elevado entre un 20 y 30 por ciento por encima de la competencia, generando una diferencia de aproximadamente 5 mil pesos por unidad.

Esta brecha dificulta la competitividad y ha derivado en restricciones en la carga del producto.

El problema no se limita a Posadas, sino que se replica en otras provincias como Corrientes y Chaco, afectando a distribuidores de YPF en todo el país.

Ante la falta de respuestas, los trabajadores permanecen en estado de alerta a la espera de una solución que les permita retomar la actividad y garantizar la continuidad de sus puestos laborales.