Perfiles Urbanos
Exclusivo de NOVA

VIDEO | De las pastafrolas del secundario a un café propio: la vida de Facundo y Genovesa

Con su madre, Facundo Romañuk empezó haciendo pastafrolas para vender en la escuela.
Una historia de constancia, familia y pasión por lo dulce.
Genovesa nació en Posadas a mediados de 2015.
El emprendimiento creció rápido.
El nombre, cuenta, resume su espíritu.
Uno de esos primeros clientes, un chef, les pidió crear un nuevo producto: cuadrados de coco y dulce de leche.
Empezó a vender de forma directa por WhatsApp y redes sociales.
El camino al principio no fue fácil.

Con su madre, Facundo Romañuk empezó haciendo pastafrolas para vender en la escuela. Diez años después, Genovesa es una marca reconocida en Posadas y se prepara para abrir su propio café. Una historia de constancia, familia y pasión por lo dulce.

Genovesa nació en Posadas a mediados de 2015. Facundo Romañuk, su fundador, decidió apostar por un emprendimiento propio junto a su mamá.

Lo que comenzó como una idea familiar y artesanal, se transformó con los años en una pastelería con identidad propia, productos de autor y un nuevo desafío: abrir su primer café en la esquina de Roque Sáenz Peña y Madariaga.

"Durante el secundario hacía pastafrolas con mi mamá para venderlas y hacer unos pesos", recuerda Facundo. "Era algo fijo que hice varios años. En 2015 decidí volver a ese camino y arrancamos con Genovesa, sin saber muy bien qué íbamos a hacer en el futuro, pero sí con la certeza de qué producto queríamos ofrecer y a quién".

El emprendimiento creció rápido. "A los seis o siete meses tuvimos que sumar gente al equipo, porque ya no dábamos abasto. Fue entonces cuando empezamos a buscarle un nombre. Genovesa es, en realidad, un bizcochuelo de vainilla, la receta madre de nuestra marca", explica.

El nombre, cuenta, resume su espíritu. "Queríamos algo que uniera la pastelería, la gastronomía, Italia, Francia y la familia. Genovesa encajaba perfecto".

El camino al principio no fue fácil. "Pasó mucho por golpear puertas. Tuvimos suerte porque muchos comercios eran conocidos. Desde el minuto uno cuidamos mucho la presentación y la materia prima. Así logramos que nos dieran una oportunidad", relata.

Uno de esos primeros clientes, un chef, les pidió crear un nuevo producto: cuadrados de coco y dulce de leche. "Le pregunté a mi mamá si los conocía, me dijo que no, buscamos la receta y los hicimos. Ese comercio empezó a venderlos a la semana, con muy buena recepción. Él mismo nos insistió en poner stickers y trabajar el branding", recuerda.

Esa recomendación marcó un antes y un después. A partir de allí, otros clientes comenzaron a pedir postres como tiramisú, chocotorta o selva negra, y Genovesa empezó a vender de forma directa por WhatsApp y redes sociales.

"Así estuvimos tres años y medio entre góndolas y redes. En 2019 nos convocaron unos amigos que tenían una marca de pastas para abrir un local conjunto. Y tres años después, nos mudamos solos a nuestro espacio actual, donde hoy funciona el café".

Este sábado presentarán oficialmente el nuevo concepto: el café de la pastelería Genovesa, con foco en sus productos clásicos y nuevas propuestas.

"Es un desafío grande por los tiempos que corren, pero creemos que hay que apostar y no quedarse quietos", afirma. "Por primera vez en diez años no tuvimos que tocar precios todas las semanas. Eso nos permite planificar y mirar más lejos".

Con la mirada puesta en 2026, Facundo ya imagina el futuro de la marca. "Queremos afianzarnos en las rutas 12 y 14, y también en el resto del país. Buscamos encaminar un Genovesa para toda la Argentina".

Lectores: 163

Envianos tu comentario

Nombre:
Correo electrónico :
Comentario: