Josías Galeano de 15 años, desapareció el 30 de abril de su vivienda de Villa Blanquita, de Oberá. Fue allí que comenzó una búsqueda que duró treinta y cuatro días, cuando investigadores policiales llegaron al cuerpo del adolescente mediante una pista proporcionada por un testigo.

Éste último declaró que le llevaba alimentos a un joven conocido como “Koki”, quien también era buscado por la policía porque supuestamente fue visto junto a Josías. El dato más importante que dio a los uniformados fue que este individuo le confesó que mató al menor.

Estos dichos orientaron los rastrillajes policiales hacia un bañado, ubicado en el barrio Prosol de Oberá, donde el viernes 3 de junio hallaron semisumergido el cuerpo sin vida de Josías.

Pese a la prueba bioquímica, no cambia la situación procesal del único detenido en la causa, Rogelio Andrés “Koki” Texeira (26), quien sigue imputado por homicidio. Sólo resta conocerse el examen histopatológico (tejidos) en parte del cuello de la víctima, para confirmar o descartar que existió presión mecánica que lo pudo haber desmayado, según agregó un vocero.

Esta conjetura de una llave en el cuello del adolescente surgió por dos testigos, quienes dijeron ante la Justicia que el acusado les confesó el crimen.

La hipótesis más firme que se maneja desde la investigación es que Josías se ahogó en estado de indefensión en el citado bañado, donde cayó al agua con vida, según los forenses, y por los indicios en la causa tuvo que intervenir otra persona. Ya sea para evitar que salga a la superficie, o con alguna agresión que le produjo desmayo.