La enfermedad es causada por el virus rábico, transmitido por el vampiro o murciélago común “Desmodus rotundus“ y según indicó a medios misioneros el doctor Gabriel Russo, jefe del Programa Nacional de Rabia Paresiante del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA), “la situación se pudo haber minimizado”.

Agregó además que “evidentemente hubo un cierto descuido del productor en no avisar a su veterinario para que diagnostique lo que está pasando con sus animales”.

“Perder un animal para un productor es mucho”, pero instó a los ganaderos dar aviso a los veterinarios en caso de muerte o enfermedad del primer animal, “no esperar a que se mueran 50 o 70 para mandar un material a diagnóstico. Esto es un ida y vuelta entre los productores y los veterinarios. Ayudar en la vigilancia epidemiológica”.

En tanto que en la zona del brote, ya se aplicó un bloqueo que consiste en vacunar a los animales contra esta enfermedad, que para el productor significa poder “proteger su capital”, según indicó Russo.

El titular de SENASA no descartó que aparezcan más casos de rabia y, por ende, animales muertos. “Esto es una carrera entre la vacuna y el virus, el que gana se lleva el animal” expresó.

Recomendó vacunar y revacunar después de los 20 días. Para tener en cuenta, dijo que el virus rábico en la población de vampiros puede circular por 18 meses en un lugar. Por eso, “es conveniente hacer una revacunación anual”.

“Todo productor que en su chacra vea que hay vampiros debe avisar al SENASA, eso no tiene costo, ya nos pagan por eso”, agregó. Y sumó que en el mercado hay vacunas disponibles suficientes.

En Misiones hay un laboratorio de rabia del SENASA, ubicado en Candelaria, que brinda diagnósticos de manera ágil, en 48 horas, y no tiene costos, recalcó.