El ajuste actual, que representa entre 12 y 29 pesos menos por litro, es visto como insuficiente por buena parte de los usuarios, quienes han enfrentado un alza constante en los surtidores desde principios de año. La fuerte escalada en los precios de los combustibles ha impactado duramente en el bolsillo de los consumidores, reduciendo la demanda y afectando a diversos sectores productivos.

De esta manera, en las estaciones de YPF de Posadas, la nafta Super cuesta 1170 pesos; la Infinia 1406 pesos; el Gasoil 1174 pesos y el Gasoil premium 1444 pesos.

La caída de las ventas, generada por estos incrementos, llevó al gobierno a tomar la decisión de ordenar una baja en los precios, pero el impacto en los surtidores resulta modesto. Además, la reducción efectiva que llega a los consumidores es menor de lo esperado debido a la incidencia de impuestos y a las variaciones en el tipo de cambio.

Si bien otras compañías, como Shell, anunciaron una baja similar y se espera que Axion y Puma sigan el mismo camino, el alivio es apenas simbólico en comparación con las fuertes subas de meses anteriores.

Los consumidores siguen enfrentando precios significativamente más altos que a principios de año, en un contexto donde la carga fiscal y los costos operativos continúan presionando el precio final.